En la baja edad media, los señores feudales se agruparon formando los reinos. Estos se empezaban a formar desde antes pero hasta este periodo no se empezaron a definir bien. Uno de los reinos más importantes fue el Sacro Imperio.
El Sacro Imperio se óriginó en el año 962 dc y se destruyó en el año 1806 por el imperio de Napoleón. Este imperio estuvo constituido por la unión y no sometimiento de varios pueblos germánicos. Comprendía lo que hoy sería la mayor parte de Alemania, Austria, Suiza, Liechtenstein, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, República Checa y Eslovenia, así como el este de Francia, norte de Italia y oeste de Polonia.
El Sacro Imperio se óriginó en el año 962 dc y se destruyó en el año 1806 por el imperio de Napoleón. Este imperio estuvo constituido por la unión y no sometimiento de varios pueblos germánicos. Comprendía lo que hoy sería la mayor parte de Alemania, Austria, Suiza, Liechtenstein, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, República Checa y Eslovenia, así como el este de Francia, norte de Italia y oeste de Polonia.
Los pueblos más importantes eran los francos, sajones, bávaros, suabos y turingios, los cuales elegían a los gobernadores. Su objetivo no era ser un estado, sino una unión de naciones bajo el catolicismo, de allí que se denomine Sacro, que significa sagrado. No tenían un gobierno que gobernase en un territorio específico como en otros reinos, hasta el año 1508 que el papa los denominó emperadores oficialmente. El primer emperador denominado por el papa fue Otón I. A pesar de que había un gobernador, este no tenía el control directo de los estados que componían el imperio, sino que los pequeños territorios se repartían entre duques y condes. Las leyes y normas del imperio no eran fáciles de decrtetar porque siempre había duques que se oponían.
Bandera del Sacro Imperio